EL FUTURO TAMBIÉN SE AHORRA
Jesus Rosales en colaboración con Dulce Sánchez
Grupo Rosales
Socio IOS desde 2013
Hace unos años, la palabra “ahorro” nos sonaba a alcancías de cerdito, billetes debajo del colchón o regaños de nuestros papás por gastar toda nuestra quincena. Hoy, el ahorro tiene una cara distinta: es más consciente, más estratégico. Ahora podemos acceder a la bolsa de valores desde el celular, invertir en activos, comprar CETES o incluso abrir un AFORE privado a través de un Plan Personal de Retiro.
¿Qué significa ahorrar para el futuro?
Ahorrar no es guardar lo que sobra, es planear lo que viene. Y es que hoy, más que pensar en la jubilación (aunque también), ahorrar es darnos la libertad de elegir: de emprender un nuevo proyecto sin miedo, de tomarnos unas buenas vacaciones, o de decirle que no a un cliente que no va contigo.
Preguntas que vale la pena hacerse hoy para ahorrar con sentido:
¿Cómo se vería tu vida ideal dentro de cinco años? ¿Estás ahorrando para acercarte a ella?
¿Qué proyectos dejarías de posponer si tuvieras un colchón económico?
¿Qué tan tranquilo dormirías si tuvieras un fondo para lo inesperado?
¿Qué legado financiero te gustaría dejarle a tu futuro “yo”?
¿Y si ahorrar no fuera una renuncia, sino una herramienta para vivir mejor?
¿Estás construyendo una vida que pueda sostener tus sueños, incluso en tiempos difíciles?
El futuro no se construye de golpe, se construye con hábitos. Aquí algunas ideas simples, pero poderosas:
Automatiza tus ahorros: Si esperas a que “sobre” dinero, probablemente nunca pase. Programa transferencias automáticas, aunque sean pequeñas.
Ponle nombre a tus metas: No es lo mismo ahorrar por ahorrar, que hacerlo para “mi viaje a Japón” o “mi fondo para comprarme una casa”.
Diversifica: No todo es cuenta de ahorros: piensa en inversiones, criptomonedas, seguros de ahorro o herramientas financieras que te generen valor.
Invierte en ti: Cursos para tu crecimiento, chequeos médicos, tiempo libre… ahorrar también es darte lo que necesitas para estar bien.
Protege tu patrimonio: Haz un plan financiero, crea un fondo de emergencias para cubrir gastos imprevistos y contrata seguros que te ayuden a protegerte a ti y a lo que has construido.
En un mundo cada vez más incierto, el ahorro ya no es un lujo: es una forma de autocuidado; te da libertad para decidir con claridad, actuar con confianza y seguir avanzando sin que el miedo a los imprevistos te frene.
El futuro no solo se espera, también se planea, se diseña y, claro… se ahorra.
Tal vez hoy no veas el resultado inmediato, pero llegará el día en que puedas tomar una gran decisión sin miedo, darte una pausa sin culpa o enfrentar una emergencia sin que se tambalee todo lo que has construido. Ese día entenderás que cada peso ahorrado fue un acto de amor propio.
Tu yo del futuro, te lo va a agradecer y te dirá: “Gracias por pensar en mí.”