¿POR QUÉ FALLAMOS AL PLANEAR?

 

Marco Tovar Gutierrez.

Futures Strategist

FinderIntel

Socio IOS desde 2023

Imagínate que acabas de trazar una planeación estratégica prometedora para tu empresa, o eso creías. Has invertido tiempo, esfuerzo y recursos en desarrollar la ruta que parece a prueba de balas. Sin embargo, apenas empiezas a ejecutarla, el mercado cambió, un competidor surge, llega una tecnología inesperada o tus clientes ahora valoran cosas diferentes.

Te enfrentas con realidades que parecen no tener sentido y sientes que en lugar de avanzar, retrocedes. Te preguntas: ¿cómo pasó esto y a nosotros? ¿por qué no lo vimos venir?

Algo similar sucede en el entorno en el que competimos. Hace cuatro años, si alguien te hubiera dicho que México elegiría a su primera presidenta o que Donald Trump regresaría a la Casa Blanca, probablemente lo habrías visto como una locura imposible. Sin embargo, ambos eventos son realidad. Lo que parecía improbable hoy sucede y si estos giros estrepitosos ocurren a nivel social y político, ¿cómo podemos esperar que los mercados y nuestra planeación se mantengan estables a prueba de balas después del retorno de Trump a la casa Blanca con su política arancelaria?

Este ciclo de sorpresa y frustración es frecuente en el mundo empresarial. Planeamos confiando en patrones, sólo para descubrir que nuestras suposiciones ya no coinciden con la velocidad del cambio actual. Exploremos entonces por qué fallamos al planear y cómo podemos romper este patrón, aprendiendo a ver más allá de lo visible para no solo reaccionar al cambio, sino anticiparlo a nuestro favor.

Razones frecuentes:

1. LA TRAMPA DE LOS DATOS DEL PASADO

La primera de las principales razones por las que las empresas fracasan al planear es la dependencia de los datos históricos. Usar los números del pasado para proyectar el futuro puede parecer seguro, pero en un entorno tan dinámico como el de los negocios, depender del pasado es riesgoso y el plan rápidamente se convierte en un mapa desactualizado.

El futuro no sigue una línea recta. Por ejemplo, hace poco, empresas grandes como General Motors, Toys 'R Us o BlackBerry dominaron sus mercados. Hoy BYD, Amazon y Apple lideran sus segmentos, pero no por seguir las mismas fórmulas que las primeras, sino por explorar y anticiparse a lo que los consumidores del mañana valoran y necesitan. ¿tus datos históricos pueden decirte quién y cómo superará a tu empresa en los próximos años?

2. SUPUESTOS OBSOLETOS: CREER QUE EL FUTURO ES UNA EXTENSIÓN DEL PASADO

Las empresas suelen operar bajo supuestos que ya no son válidos. Este error proviene de pensar que los patrones del pasado seguirán siendo los mismos. Pero, como vimos con las elecciones en México o Estados Unidos, lo que parecía una posibilidad remota puede convertirse en una nueva realidad, de un momento a otro.

Las empresas de taxis ignoraron el cambio que traían aplicaciones como Uber o Lyft perpetuando un supuesto obsoleto como: “nadie se subiría al coche de un desconocido para llegar a su destino". Cuando las empresas tradicionales siguen confiando en su modelo de negocio tradicional, los competidores disruptivos ya captan a los consumidores que buscan algo diferente. Esta mentalidad de que las reglas no cambiarán y de que siempre habrá demanda por lo que ya ofrecemos, es lo que hace que muchas empresas se queden muy atrás.

3. INFORMACIÓN CONTRADICTORIA Y DESPERSONALIZADA

“Lo vi en TikTok” o “salió en las noticias” son frases comunes hoy en día para justificar decisiones rápidas. En un mercado saturado de información, los líderes se enfrentan a un flujo constante de datos contradictorios y opiniones que, a menudo, no se ajustan a su realidad. Los reportes públicos que ya vio todo el mundo, incluida tu competencia, pueden dar una falsa sensación de certeza. Sin embargo, solo prolongan la incertidumbre, no aportan innovación y muchas veces paralizan la toma de decisiones.

Es como intentar navegar por una ciudad usando dos GPS diferentes que te indican dos rutas opuestas. Las señales no concuerdan y lo único que logras es perderte. De igual manera, los informes contradictorios sobre tu industria pueden generar un atasco que dificulta una toma de decisiones más clara. Necesitas tus propios reportes personalizados.

¿CÓMO ALEJARNOS DEL FALLO EN LA PLANEACIÓN ESTRATÉGICA?

Aquí es donde entra la prospectiva o foresight. En lugar de proyectar el pasado hacia adelante, el foresight o Prospectiva, se enfoca en explorar futuros posibles, ayudando a las organizaciones a estar preparadas para lo inesperado. Es una herramienta utilizada para innovar en los negocios que permite visualizar y prepararse para una variedad de escenarios, no solo para los más probables, sino también para aquellos que te tomarán desprevenid@ por parecer improbables.

Imagina una startup de tecnología alimentaria que usa foresight para evaluar el impacto de futuras regulaciones sobre la sostenibilidad. Al anticiparse a estos cambios, esta empresa, además de recibir más interés de inversionistas y clientes, se posiciona como líder en el mercado mucho antes de que la competencia haya tenido la oportunidad de reaccionar.

APLICA LA PLANEACIÓN POR ESCENARIOS

Integrar foresight en la planificación estratégica no significa predecir el futuro, sino prepararse para él, para que tu empresa lo aproveche y no lo sufra. Al considerar posibles escenarios futuroos, las empresas pueden reducir la incertidumbre y estar listas para adaptarse rápidamente a cambios en el mercado, regulaciones, o incluso en el comportamiento de los consumidores.

Piensalo, durante la pandemia, aquellas empresas que ya tenían modelos de trabajo remoto en sus escenarios posibles, pudieron adaptarse casi de inmediato. Para las que no lo consideraron, el cambio fue abrupto y muy costoso. Las que anticiparon cambios se mantuvieron competitivas, mientras que las que dependieron solo de un enfoque lineal quedaron obsoletas ¿tu estrategia es lineal o flexible a los cambios?

La planificación tradicional sigue un enfoque lineal, esperando que el futuro se desarrolle de manera predecible. Sin embargo, en un entorno donde las disrupciones pueden surgir de un momento a otro, este tipo de planificación ya no es suficiente.

 

DE LA INCERTIDUMBRE A LA PREPARACIÓN ESTRATÉGICA

La clave no es si habrá cambios, sino cómo los gestionamos. Las empresas que integran escenarios en su estrategia no solo mitigan ser sorprendidas por las disrupciones, crean caminos flexibles y adaptativos que les permite seguir compitiendo, incluso cuando el mercado y los usuarios parecen estar cambiando a cada instante.

Por lo tanto, la prospectiva no solo ayuda a las empresas a reaccionar al cambio, sino a diseñar sus propios futuros deseados. En un mundo en el que lo improbable es muy posible, esta visión es la ventaja que separa a las empresas que sobreviven de las que realmente prosperan.

No es casualidad que naciones como Singapur o Emiratos Árabes Unidos, además de compañías globales como Disney, Honda, John Deere, NASA y P&G recurren a escenarios con strategic foresight para mantenerse a la vanguardia, identificar nuevos negocios, adaptarse a cambios antes que sus competidores y liderar en sus industrias. Si ellos consideran esencial anticiparse, ¿por qué una Pyme, más expuesta al vaivén del mundo, no se prepararía para lo que viene en su industria? Hoy es el momento perfecto para cuestionar qué tanto tu planeación estratégica es flexible frente a las disrupciones por venir.

Explorar futuros no es un accesorio, sino una imperativo en tiempos de volatilidad acelerada. Nunca más una planeación inconclusa o archivada. Por eso, en tu próxima planeación incorpora foresight para expandir su vigencia, explorar oportunidades emergentes, prever riesgos y diseñar sus acciones con ventajas únicas que agradecerán tus clientes e inversionistas. El futuro se diseña, no se sufre.

Para que tus decisiones estratégicas del 2025 tengan una ventaja estratégica, suscribirte a al newsletter que lanzaremos en junio, donde exploramos las tendencias, señales de cambio y herramientas de foresight que te ayudarán a diseñar y planear negocios menos reactivos, más resilientes y competitivos, acordes con las necesidades del consumidor del mañana.

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