WORK LIFE BALANCE: EQUILIBRIO QUE INSPIRA
Loamy Zarco
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Asistir al Work Life Balance Forum, organizado por el IMEF, fue para mí una experiencia profundamente transformadora. Desde el momento en que llegué, sentí que no estaba entrando solo a un foro, sino a un espacio creado con intención y sensibilidad: un lugar donde se honra el bienestar, donde las conversaciones son auténticas y donde el equilibrio entre la vida personal y profesional deja de sentirse lejano y se vuelve una posibilidad real.
Lo que más me conmovió fue la vulnerabilidad con la que los ponentes compartieron sus historias. No se mostraron como figuras perfectas, sino como seres humanos que han vivido tensiones, sacrificios y aprendizajes que los han moldeado. Escucharlos me hizo sentir acompañada y entendida. Me recordó que mis propias luchas no significan que esté fallando, sino que estoy creciendo.
Me emocionó enormemente escuchar a SanJuana Herrera, María Concepción Del Alto Hernández, Penélope Morales y Laura Cantú. Son mujeres que admiro profundamente, mujeres cuya fuerza, autenticidad y claridad inspiran incluso en silencio. Verlas compartir con honestidad sus procesos, sus límites y su manera de construir balance fue un regalo. Me hicieron sentir que el liderazgo también puede ser suave, humano y profundamente consciente.
Y entre los ponentes, la charla de Gustavo Aguilera, “Alcanza la plenitud”, fue verdaderamente inspiradora. Su visión sobre la plenitud como un camino personal —y no como una meta rígida— me tocó de una manera muy especial. Sus palabras resonaron en esa parte de mí que busca equilibrio sin dejar de soñar.
El enfoque humano del IMEF se sintió en cada detalle. Las reflexiones nos invitaban a cuestionar ritmos que hemos normalizado, la prisa constante, la idea de que debemos poder con todo. En ese espacio, por un momento, respiramos diferente.
Salí con el corazón lleno y la mente clara. Me fui con la certeza de que sí podemos vivir mejor… y con el compromiso de aportar, desde mi propio camino, a una cultura más humana.